Señora,
protégeme con tu manto
de noche y estrellas,
llévame en sueños a tu regazo,
y cuídanos esta noche:
a mi familia, y a mí mismo,
pues eres nuestra Madre.
Procúranos dulces y favorables sueños,
danos en ellos la visión
que nos conduzca a la solución
de nuestros problemas y necesidades.
Da descanso a nuestros cuerpos fatigados,
y restablece nuestras fuerzas
para enfrentarnos vigorosos
al día de mañana.
Danos Señora
una noche plácida
y un despertar luminoso.
Me gusta el blog
ResponderEliminar