Oh Gran Padre Sol,
que luces mas que nada en el mundo,
tu calor nos conforta, tu luz nos guía,
tu que eres fuente de toda vida,
tu que todo lo fecundas y desarrollas,
que eres luz y calor necesario,
padre de nuestros ancestros y padre nuestro,
dador de vida cuando luces,
dador de muerte cuando te eclipsas.
¿Cómo sobreviviríamos sin ti?
¡Quién haría fértiles nuestras tierras?
¿Quién haría crecer nuestras cosechas?
¿Quién nos haría crecer a nosotros mismos?
¿Quién nos daría fuerzas y vigor?
Solo tu puedes hacerlo,
ancestro de ancestros,
abuelito nuestro sagrado,
que gobiernas nuestras vidas
con tu poderosa luz,
con tu reconfortante calor.
En este nuevo día,
yo te saludo,
y pido tu energía para mi
y para todo lo que me rodea,
porque tu eres la fuente
de todas las direcciones,
y ante ti, soy revitalizado y confortado,
cuando tu brillas, yo luzco.
Que tus rayos me iluminen y purifiquen,
que hagan florecer mis campos,
que todo lo que comience
ante tu magnificencia
quede bendito, fortalecido,
fecundado, fortificado.
Que seas tu la fuente de mi abundancia,
que bendigas mi vida
y me libres de la oscuridad,
que seas quién me dirija el camino,
quien me conforte del frío de la oscuridad,
quien ilumine mi mente en las tinieblas,
quien un día más,
me haga de la vida un camino fácil,
en donde la abundancia brille
y la fertilidad abunde.
Padre Sol, ancestral abuelito mío,
espíritu dador de vida,
guíame, ilumíname, fortaléceme,
camina conmigo dándome
claridad, luz y calor.
Que así sea.
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